Los Insectos Comunes seguimos aleteando con ejercicios surrealistas. Esta vez, la sinopsis, resumen o artículo sobre un libro que creyéramos que no podría escribirse nunca, un libro imposible. Las normas: límite de 570 palabras y obligación de introducir alguna frase manida como: «Libro del año», «El nuevo Tolkien» y cosas así. Al final, no os olvideis, podreis leer lo que han escrito el resto de insectos.
Philip Lepreck nos devuelve al fin una obra rebosante de enigma: 458 páginas en la que solamente escribió un número de teléfono y un código de barras. El propósito de Philip fue crear un directo e íntimo contacto con el lector que iba más allá de la experiencia de «la página viva» o «la transmisión telepática» con la que coqueteó en sus famosas obras Potencialidades sinápticas y Ffffgggttt.
«Comprar el libro es adquirir una parte de mí y de mi tiempo. He recibido varias llamadas y todos han quedado enormemente satisfechos». Las palabras de Philip Lepreck nos desvelaron que ese número era el suyo y que el código hacía único el contacto y la experiencia que vivirían. «Eso sí, por la noche desconecto el teléfono porque a mi mujer no le gusta que me llamen mientras cenamos, así que recomiendo que lo hagáis a partir de las seis, ya que me despierto bastante tarde».
Philip Lepreck demuestra una vez más que es el artista literario surrealista más grande de su tiempo reeditando su obra. Tener este libro entre nuestras manos, el secreto de cuyas páginas blancas solamente desvelará el autor en persona, eleva un objeto a un nivel jamás alcanzado.
Los ensayadores, como prefiere Lepreck que se les llame a aquellos que adquieren Contactos reales, páginas de mantequilla, pueden enviar su experiencia, de las que el propio autor ha colgado un gran número en su web. Nuestra revista, deseosa de hacerse con esta segunda edición, se ha puesto en contacto con algunos de los privilegiados que pudieron adquirir uno de aquellos 37 ejemplares únicos.
«Se sentó y estuvo bebiéndose toda mi ginebra mientras me contaba algo sobre un perro que tuvo de pequeño y con el que jugaba. Luego empezó a dar patadas a todo y tuve que pedirle que se fuera. Más tarde me di cuenta de que se había cagado en mi cocina. Juro que si le veo, le pegaré LA paliza de su vida». Joseph Carter.
«Se comió todas las galletas que hice para el cumpleaños de mi sobrino. Su libro lo utilizo ahora de papel higiénico». Carolina Dumont.
«Me citó en un restaurante caro de la ciudad. Yo lleve el libro y lo puse encima de la mesa y él se comió un montón de cosas mientras yo pasaba las páginas. En los postres, alguien le llamó al móvil y me dijo que tenía que marcharse urgentemente y que interactuaría conmigo en otra ocasión. No recuerdo muy bien lo que me contó realmente, pero la cena me costó 400 euros. ¿Y dice que va a reeditarlo? Menudo hijo de…». Elena Gripa.
Contactos reales, páginas de mantequilla es un libro fascinante, un reto más del maestro del lipograma y de las transformaciones libres de textos, un juego de ingenio literario asombroso.
«Es un libro hecho palabra en la esencia pura, sin interferencias, proveniente de mi propia voz», nos cuenta Lepreck. «No voy a reeditarlo por dinero. Decidí que el precio estuviera al alcance de todo el mundo. Mi madre fregaba suelos en un mugriento barrio de Bristol y mi padre vendía periódicos en el metro. Estoy con la gente pobre, con el pueblo llano. No sé por qué dicen que soy un jodido timador».
Contactos reales, página de mantequilla es el best seller del año. Esta segunda edición, que se limitará a 71 ejemplares, cuesta 25893 euros y ya está agotada en todas las librerías del mundo.
Diario de un sexador de pollos. Esther.
Pan duro; El consuelo de los necios, de Alicia Ilich Zaitsev. Manu LF.
Rock and troll con corbata, de Terry Pratchett. LaRataGris.
‘Presidente, servidor, ciudadano’, un libro imposible. Benjamín Recacha.
Principios algebraicos para comprender al sexo opuesto. Herreire (Cerdo Venusiano)
“El tiempo», de Jean Nietzschebach Le Munro de Circonio. Daniel Centeno.
Estoy a punto de colgar el mío: ‘Presidente, servidor, ciudadano’. 😛
Te digo que para nada es un libro imposible el tuyo. Pero ojalá que fuera imposible. Y te digo más: tendrá el tono que precisamente le has dado. Todo muy paradójico. ¡Ja, ja, ja!
Comienzo a tener la imperiosa necesidad de escribir el prólogo de un libro imposible.
Si tienes tiempo y ganas, estaríamos encantados de que formaras parte del grupo. Sólo tienes que decirlo. 🙂
Si quiero. ¿Cuáles son las reglas?
En este caso son 570 palabras y meter algo así típico como «El thriller del año», «La mejor novela del siglo». Es una sinopsis, pero como habrás visto en el resto de compañeros, nos lo hemos tomado a la ligera. Si tienes Facebook, te añado al grupo que tenemos para que estés al día de todo y formes parte oficialmente. 🙂
He llamado a Philip Leprek y me ha convencido para que le ponga un pisito en alcobendas, ya no volvera a escribir
Me encantó y me gustaría unirme a este pequeño ejercicio experimento. ¿Hay alguna regla que deba saber además de la extensión?
Un saludo 😀
Listo, ya lo hice. No pude resistirlo jaja. Etiqueté los textos de todos, creo.
Te enlazo yo también. ¡Bienvenido al grupo!
Gracias, Toni 😀
Pues te ha quedado muy bien el resultado. 😉