En 1972 ya pasaban cosas en España (y en el mundo) y algunos se daban cuenta, las pensaban y las criticaban como podían, con mucho ingenio, desde luego, porque eran otros tiempos. ¿O no?
Ayer mismo mi cuñao, Paco Mármol, me pasó un enlace donde se pueden leer unas cuantas de esas cosas que pasaban que dan mucho que pensar, cosas con las que darnos cuenta que España (y el mundo) sigue siendo, más o menos, igual. O, cuanto menos, solo un poco diferente. Ahora tenemos microondas en casa y un teléfono móvil táctil, pero muchas preguntas que por entonces se le hacían al Lobo algunos nos las estamos haciendo ahora.
- ¿Cuándo dejará de ser el hombre un lobo para el hombre (mejorando lo presente)?
- ¿Cuántas toneladas de bombas habría que lanzar sobre los Estados Unidos (léase «Israel») para que cada niño americano (léase «israelí») gozase de la misma dosis de explosivos que los niños vietnamitas (léase «palestinos»)?
- ¿Cuántos millones de pesetas (léase «euros») se dejan de pagar al fisco?
- ¿Cuándo podremos los españoles viajar al extranjero a los mismos precios con que los extranjeros viajan a nuestras costas?
- ¿Cuándo se comenzará a hacer una declaración de bienes anterior a la ocupación de cualquier cargo público?
- ¿Cuántos niños se quedarán sin colegio de Enseñanza General Básica el curso que viene?
- ¿Cuándo se darán cuenta de que la mejor forma de entrar (léase «estar») en Europa es disfrazándonos de europeos?
Hace más de cuarenta años se preguntaban estas cosas.
Viñeta de Chumy Chumez de Hermano Lobo
Creo que en España podríamos ser mucho más listos de lo que somos, pero no nos dejan. El conocimiento genera capacidad de crítica, de discusión y de decisión; y la crítica y todo lo demás siempre es mala cosa para los que se creen más listos. Y a lo mejor es porque a unos cuantos les conviene que sea así. De lo contrario podríamos darnos cuenta de que, en realidad, más que listos son listillos (además de caraduras). Hay que pasarse por la página de Hermano Lobo y leer de vez en cuando unas cuantas dosis de humor inteligente proveniente del pasado y luego, a lo mejor, leerse otro poco del humor inteligente y actual de revistas como Mongolia. Además, la crítica si es con humor, siempre pasa mejor, ¿verdad? Luego habrá que pensar un poco, discutir y decidir. Y cuando nos toque votar, votemos.
Para finalizar, les dejo con otras preguntas al Lobo (recuerden: de hace cuarenta años):
- ¿Cuántas reglas de cálculo hacen falta para entender las nuevas normas de cotización a la Seguridad Social?
- ¿Cuándo se terminará de poner en peligro el trabajo de profesionales del periodismo por editores que ambicionan enriquecerse con tiradas por encima de cualquier cálculo realista?
- ¿Cuántos hijos de mutilados republicanos llegarán a ver cómo su padre recibe en la tumba la equiparación a los de la zona nacional?
Y ésta, del 10 de febrero de 1973:
- ¿Dónde desencadenará el capitalismo internacional su próxima guerra?
De hace más de cuarenta años. ¡Gracias, cuñao!
Autotomía 
Es como dices. Podemos tener complementos más sofisticados, pero la vida sigue siendo la misma. Una élite privilegiada hace y deshace a su conveniencia y consigue que buena parte de la población le siga el juego viviendo en la irrealidad de sueños de opulencia inalcanzables. Sin embargo, tengo la esperanza (no demasiado grande, lo admito) de que el cuento por fin va a cambiar. A ver.
Un abrazo.
Esperemos que sí, desde luego. Y espero que ese cambio nos traiga buenas cosas y a nadie se le ocurra, por ejemplo, liarse con una guerra o algo así. A veces escuchas cosas en la televisión de boca de infrahumanos que da miedo… Un abrazo.