Se me han quedado un buen puñado de relatos en el aire, pero en lugar de terminarlos he decidido ponerme con una historia un poco más larga. De estos seis meses, todavía me queda conocer el resultado de algunos concursos. Tal vez abarqué demasiado. Creo que centrándome en menos hubiera aumentado la calidad, pero no voy a quejarme. Me propuse escribir para un buen puñado de certamenes e incluso, a última hora, decidí aumentar «el reto». En algunos casos envié relatos el último día, con la última corrección todavía caliente entre las manos y con la sensación de que no era la historia que me hubiera gustado escribir. Pero, como digo, estoy contento. Por ahora, como ya sabéis, he sido finalista de un certamen andaluz. Y es la segunda vez que quedo finalista en ese concurso por segundo año consecutivo. De otro a lo mejor soy finalista o a lo mejor no. Pero ya hablaré cuando llegue su momento. De todas formas, ninguna de estas cosas me da para comer.
Mi próxima historia se inicia en un lugar como este
(Fotografía de JayRaz)
Navegando entre mis archivos, he encontrado una historia que perfilé por encima hace unos 14 años, a finales del 2000. Escribí unas siete páginas y ya está. Al releer las notas, me ha parecido que tiene potencial, así que voy a dedicarme al asunto. Será una historia fantástica dirigida a un público, más o menos, juvenil. Mi propósito es alcanzar las 70 páginas como mínimo e intentar terminarla en estos dos meses de verano. Dos meses escribiendo y centrándome nada más que en una historia… Bueno, tenía que volver a hacerlo tarde o temprano. Vamos a ver hasta dónde llego. Si encuentro trabajo antes, un trabajo «normal» tendré que bajar el ritmo o, directamente, dejar de escribir por un tiempo. A ver.
Y por último, desde este humilde blog, quiero agradecer a la gente de Fantascy y Terra Nova por su concurso y por haber respondido a escritores como yo aunque sea para decir que su relato no ha sido seleccionado. Así es como me parece que se hacen las cosas. Supongo que es difícil encargarse de una cantidad de originales que imagino será muy grande, pero detrás de cada uno de esos correos y de esos relatos hay personas ilusionadas que merecen una mínima consideración. Si una editorial no puede hacerse cargo de algo así, a lo mejor tendría que mirar en las listas del paro: hay un montón de gente que estaría dispuesta a dejarse los ojos leyendo y contestando correos por un salario decente. Entre ellos, un servidor.
Me alegra leer que te vas a centrar en una historia de esas características. ‘El jardín de Marta’ es un precedente muy prometedor para quienes esperamos nuevo material. En un par de días te escribo una nueva carta. ¡Un abrazo!
Como digo, a ver qué sale. Me apetece ponerme con algo así y espero pasármelo bien. Ya tengo ganas de leer esa carta. ¡Un abrazo!
¡Una servidora también estaría dispuesta a dejarse los ojos en esos menesteres!
Ánimo en tu nuevo proyecto, seguro que le sacas todo el potencial que dejaste en «pause» en su día.
¡Un abrazo!